martes, julio 25, 2006

fAmiLy ii: father

Yo siempre he dicho que no tenía ni idea de si mi padre me quiere o me odia, cosa que no dejaría de ser lamentable, pero así es la vida a veces.

Por lo que tengo entendido, y la tinta informadora es sólo regular, la familia paternal no quería que Madre fuera médico sino Ama de la su casa. Madre discrepó y se fue con la niña a otra parte.

Padre no hizo grandes méritos ni ofreció tamañas soluciones (ni en el sentido económico ni en ningún otro). Más bien se escaqueó hasta que no le quedó otra que pasarme la sana manutención de 25.000 pesetas mensuales. ¡Huy! ¡Qué dineral! Lo sé, lo sé... Mi régimen de estancias con tales familiares era de un mes de verano, ocho días navideños y cuatro de Semana Santa. Cosa algo ilógica porque ir a tierras pacenses lleva un día entre pitos y flautas.

Padre venía en coche a recogerme y me llevaba. Siempre había broncas, y lo peor es que me las llevaba yo todas. Las de mi padre por no dejarme manipular y las de mi madre por dejarme manipular (¡¡pónganse de acuerdo y échenme al menos sólo una!!)
Eso sí, Madre no habló nunca mal de Padre. En sentido inverso no puede decirse exactamente lo mismo.

Padre pasaba de mí como de la mierda. Tenía yo esa sensación de que la única razón de querer verme era joder a Madre. Pero bueno, yo iba a Sofaralmond y como salía con mis amigos me lo pasaba de lujo. Y más de adolescente cañera. Mientras que Olidvalley representaba “coge el bus de las doce”, Sofaralmond era “haz lo que te de la gana” lo que yo interpretaba alegremente como “llega a las ocho a desayunar”.

Siendo sincera no puedo decir que el hecho de que Padre me quiera u odie me resulte indiferente. Del mismo modo se aplica a la Señora de Padre. Mil y un gestos a lo largo de los años indican claramente decantarse por lo del odio. Eso sí, entre gesto y gesto, un escueto, “ven mucho a vernos que te queremos”. Así, con su rostro impertérrito.

Desde que mi abuela murió, Padre me llama todos los días. Continuamente, para ofrecerme apoyo, aunque no es muy expresivo. Me pregunta cómo voy, y me ofrece sus respetos para Madre y Abuelo. Constante. Muestra buena fé.

¿Bueno o malo?

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