domingo, octubre 28, 2007

The Weight of the World

Hay días que parece que todo el peso del mundo recae sobre tus hombros. Hay días que se vuelven semanas, meses… Llevo mucho tiempo con el peso de mi mundo sobre los hombros, de ahí las agujetas abrumadoras.

Y yo solo necesito una cosa.

Siento sentirme así, y eso hace que me sienta mil veces peor, y mientras necesitaría mil mentiras que valgan la pena (y no llego a las cien) veo como la gente presiona: tienes que venir a Valladolid, tienes que ayudar a fulanito, tienes que contar, tienes que hacer la comida, tienes que luchar por superarte, tienes que sentir que eres importante, tienes que pensar que no es tan malo no estar cobrando, tienes que reunir fuerzas por todos, tienes que quedar con uno, tienes que quedar con otra, tienes que organizar una cena… aunque muchas las busque yo, el resto se apuntan y siguen insistiendo.

Y yo solo necesito…

El declive. El ser consciente de ello, es tremendamente duro. Mientras no se permita llorar por algo de lo que hace ya más de un año. Mientras algunos no avisen. Mientras mi ombligo desaparezca a ojos de los demás, y esté muy ocupada. Mientras nadie vea y todos miren. Mientras haya que explicar todos y cada uno de los motivos que hacen que no pueda ser feliz en el único instante en que se preocupen por ello (ya que los demás al fin y al cabo, dan igual), mientras eso ocurra, seguiré sola.

Y yo solo...

La idea que flotaba. Se me acaba Madrid. Escrito queda, que tiemble el mundo. Llega mi pequeño apocalipsis.

Y…

1 comentario:

amsha dijo...

...siempre encontrarás regazos para sobrevivir al tiempo apocalíptico... ya lo verás...