aYer Y hoY
Valladolid, junio 1999. 19 días y 500 noches. Ganas de. Él:40 y 10, Yo:7 y 10.
Madrid, septiembre 2007. Dos pájaros de un tiro. Ocupen su localidad. Hagan cálculos.
Han pasado ocho años de la primera a la segunda cita. Hemos tenido encontronazos, sí, pero no citas. Y aún así, hoy iba con carabina...
Desde los nervios, la ilusión y la impresión de mi primera vez, han pasado muchas cosas. Tantas que he llegado a olvidarme de él por el camino, recuperando de cuando en cuando aquello que teníamos, para volver a caer en un pozo de olvido. Pero, como todo el mundo sabe, siempre, Sabina, estará ahí.
Y encima va y toca Cien Mentiras. ¡Es que es mi canción!
- Car, tú dices que todas son tu canción.
Ya, pero es que Sabina es muy mío. Y me gusta mucho. Y es mi blog, y digo lo que me parece y punto.
- OK.
Que Cien Mentiras la cantaba yo con el walkman, hombre. Y tenía la letra escritita a mano porque no había manera de aprendersela, que es difícil, ¡y es la canción que me ayuda!
Incredible. Más que incredible. Emocionaita, no he llegado a llorar. Pero reconciliada con las dudas internas que me carcomían. ¿Habré olvidado a Sabina? ¿Se acordará él de mí?
Estoy convencida de que sí se acordaba.
Madrid, septiembre 2007. Dos pájaros de un tiro. Ocupen su localidad. Hagan cálculos.
Han pasado ocho años de la primera a la segunda cita. Hemos tenido encontronazos, sí, pero no citas. Y aún así, hoy iba con carabina...
Desde los nervios, la ilusión y la impresión de mi primera vez, han pasado muchas cosas. Tantas que he llegado a olvidarme de él por el camino, recuperando de cuando en cuando aquello que teníamos, para volver a caer en un pozo de olvido. Pero, como todo el mundo sabe, siempre, Sabina, estará ahí.
Y encima va y toca Cien Mentiras. ¡Es que es mi canción!
- Car, tú dices que todas son tu canción.
Ya, pero es que Sabina es muy mío. Y me gusta mucho. Y es mi blog, y digo lo que me parece y punto.
- OK.
Que Cien Mentiras la cantaba yo con el walkman, hombre. Y tenía la letra escritita a mano porque no había manera de aprendersela, que es difícil, ¡y es la canción que me ayuda!
Incredible. Más que incredible. Emocionaita, no he llegado a llorar. Pero reconciliada con las dudas internas que me carcomían. ¿Habré olvidado a Sabina? ¿Se acordará él de mí?
Estoy convencida de que sí se acordaba.






No hay comentarios:
Publicar un comentario